Magistral

Escuché el susurro de un soñador
Que entre sueño y sueño dejaba escapar
La voz que dormitaba en su interior
Ensimismado me quedé, cuando vi
Que este susurró callaba si me sentía venir
Por eso hacia atrás caminé, no por huir
Y si por escuchando el susurro seguir
Que en el aire parecía canción
Que de seguro saldría de su alma virgen
O de su inmenso e inmaculado corazón,
Con manto de sonidos inaudibles me cubría
Mientras lo escuchaba susurrar al son
Que le marcaban los derroteros de sus sueños
Los derroteros de su rojizo tambor
Intente entender lo irreconocible de su voz
Hacer entendible su taimada canción
Esa que decía, aquello que decía
Y que hoy, aquí, no voy a repetir
Porque si inaudible era su voz
Era porque de susurros no se trataba
Sino de los más callados pensamientos míos,
Esos que ni yo escuchaba, esos que ni yo pensaba