viernes, 12 de agosto de 2011

El lecho

Hoy entiendo cuando se abandonan los sueños
el dolor que se siente
es equivalente a arrancar el alma,
separados sueños y alma.
Hoy entiendo que muero y vivo
a la sombra del perdón,
óbvio y divido al corazón
que desencantó ese desencanto.
Me vuelvo a ver despierto
porque sueños ya no tengo
escribiendo y maldiciendo
mi suerte en el amor,
mientras el amor descansa tranquilo
en su lecho divino,
yo escribo y canto,
yo canto y escribo,
que al abandonar los sueños
me hice tan pequeño
que no hay almohada
para el ex soñador.
Me pregunto si volveré a soñar
y si lo hago mi alma también volverá,
de su lecho desarraigado
que se encuentra enfrentado
al divino amor.
Que desencantó ese desencanto,
nada mas hay que olvidar
al olvido del amor perdido
o que nunca fue,
que hoy escribo mientras
el amor descansa tranquilo
en su lecho divino,
al que nunca podré molestar...