Indignado por no ser digno,
Indignado sin amistad,
Entre fieras bendigo,
La cara de la verdad.
Anhelo y desespero,
Cual perro callejero,
Que de patadas se alimenta,
Un hueso para el paladar.
No soy culpable,
Ni es inviable,
Que de errores estoy marcado
Y aun tengo sitio que cicatrizar.
Tanto que escribir, tanto que maldecir,
Que callo y bendigo,
La huida, la mentira y la falsedad
Son fieles, son eternas, son realidad.
Otra estrofa más, otra para malgastar,
Que mis palabras se pierden en ningún lugar
Soy digno y me doy cuenta
Soy lo que nunca entenderás
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