lunes, 22 de febrero de 2010

Que juego tan divertido

Confianza, que juego tan divertido. Cuando juegas con las reglas equivocadas, o desconoces las mismas. Pero este no es el caso, yo sabía la regla principal, conocía la regla principal, “no confíes en nadie”. Promulgué esa regla, la hice mía, era una norma primordial, siempre por delante.

Como una Ley de Newton, para mí “no confíes en nadie” era una de mis leyes. Pero hecha la Ley, hecha la trampa. No he sabido jugar con estas nuevas reglas, creí que jugaba en igualdad de condiciones pero no era así, he perdido una partida de confianza, por abandono, y no creo que vuelva a retomarla. Sé que no voy a perder mucho, se que esta partida es irrecuperable, así que no tengo miedo a perder

Sin embargo es una derrota, como cualquier otra, duele, molesta y destruye. Como la primera, como la última. Pero sacaré lo que llevo dentro para seguir adelante, recuperando esa Ley como una de mis banderas, recuperare el control sobre la desconfianza, intentaré no volver a perder, pondré mis cartas hacia abajo, no las mostraré, solo dejo esto como prueba de mi derrota.

Lo siento pequeña Confianza, esta ha sido tu última victoria

No hay comentarios: