Echo de menos al amor,
Echo de menos al dolor,
Echo de menos a mi inspiración.
Ya no tengo a qué escribir
Ahora no sé por qué sufrir
No tengo, ni sé si quiero tener,
Esa lagrima escrita,
Esa historia maldita,
Esa que se repite, esa sensación.
Me silencio y me basto,
Me sincero y me lastro,
Un poema, un momento para ser.
La calma es respirada,
Mientras es asfixiada,
Mi sin razón, y mi peor creación.
Esa ilusión latente,
Esa pena irreverente,
Esa que se marchó y no ha de volver.
Ahora ya termino,
Ahora ya me despido,
Y esto se acabó, mi poema, mi creación.
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